En el marco del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, conversamos con la Mag. Lucía Guerrero Suárez, docente TPA del Departamento de Educación PUCP y especialista en literatura infantil y mediación de lectura. Es Magíster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil por la Universidad Autónoma de Barcelona, forma parte del Board de la I.E. del Jardín de la Amistad y es miembro de la Red Copera Infancia.
Durante la entrevista, la profesora Lucía Guerrero resaltó la importancia de ofrecerle a los niños y niñas una experiencia de lectura diaria y placentera desde temprana edad y cómo esto tiene un impacto positivo en su desarrollo cognitivo y socioemocional. Además, nos comentó sobre “Leer en familia”, proyecto que lidera desde el 2021 y que ha sido ganador del Concurso Nacional para el Fomento de la Lectura y Escritura del Ministerio de Cultura.
Considero que es importante que los docentes nos aseguremos de celebrar esta fecha y que las activaciones entorno a la lectura no solo se den en el mes de abril, sino que sean diarias. Creo que es una oportunidad para reflexionar sobre cómo la escuela y los docentes podemos democratizar el acceso al libro y la lectura. Pensemos que los niños y niñas llegan a las aulas con diversas experiencias lectoras, la escuela y el docente son el mediador de lectura que asegura que todas y todos podamos tener la oportunidad de crecer en ambientes enriquecidos por el lenguaje.
Asimismo, creo que esta fecha también es una oportunidad para que nosotras como docentes reflexionemos sobre cómo está siendo nuestro vínculo con el libro y la lectura, exploremos nuestra biografía como lectores y comencemos a fortalecer esta experiencia desde diversos ámbitos, ya que nunca terminamos de formarnos como lectores.
Hay contundente evidencia científica que sustenta la importancia de leerle a los niños y niñas antes de que aprendan a hablar, a caminar, a gatear, inclusive a balbucear. Cuando a un niño o niña se le ha leído, cantado, ha estado expuesto a rimas, al lenguaje literario, tiene un impacto en el desarrollo de su lenguaje y, por ende, en su desarrollo cognitivo. Además, cuando papá, mamá o una persona cercana a sus afectos le ha leído, crea recuerdos placenteros en torno al libro y la lectura, entonces el niño fortalece el vínculo con ese adulto cuidador teniendo un impacto directo en su desarrollo socioemocional.
Un aspecto fundamental es que la experiencia lectora debería ser diaria, es en la cotidianidad y en el encuentro íntimo entre el niño, el adulto y el libro cuando desarrollamos ese hábito lector.
El segundo aspecto es no solo pensar en leer libros, sino que debemos pensar que el niño lee imágenes, ilustraciones, emociones, publicidad, cortometrajes. Debemos posicionar que leemos el mundo y, si generamos espacios de conversación a partir de leer una ilustración o una publicidad que vemos en medios, en esa conversación estamos formando ciudadanos críticos desde los primeros años de vida.
Es importante reflexionar en torno a que papá y mamá quieren lo mejor para sus hijos y, muchas veces, las dudas que pueden tener son ¿Qué libro le puedo leer?, ¿Cómo le leo?, ¿Cómo tiene que ser mi voz?, ¿Qué hago después? ¿hago preguntas? ¿hago juegos? Nuestro rol como educadoras es fundamental porque podemos apostar en desarrollar y fortalecer estas competencias en los padres, esto es lo que hacemos en el proyecto Leer en familia.
Podemos mostrar el libro, mostramos la carátula, mostramos que hay un título, un autor, un ilustrador y comenzamos a jugar con los diferentes tonos de voz, compartimos emociones al momento de leer. Los papás van desarrollando estas competencias parentales sobre cómo leerle a su niño en la práctica.
Un segundo aspecto que debemos propiciar es cómo fomentamos el sentido de autoeficacia de papá y mamá, es decir que se sientan capaces de hacerlo, que se arriesguen a leerle y jugar con el niño. Creo que esto se logra explorando en la biografía lectora de los propios padres, que recuerden qué les leían, qué les cantaban, qué mitos o leyendas conocen y de qué forma eso ha impactado en su vida. El sentido de capacidad es sumamente importante y debemos empoderarlo, sin juzgarlo ni criticarlo y hacerles notar que hay cosas que ellos ya hacen bien.
Comenzó en el 2021 como un proyecto con el que postulamos al Concurso nacional de proyectos para el de fomento de la lectura y la escritura y que ganamos. En el 2022 lo consolidamos como una ONG.
El proyecto busca acompañar a papás y mamás a reconocerse como los principales mediadores de lectura de sus hijos e hijas a través de un programa de acompañamiento que está compuesto por visitas domiciliarias y una entrega de packs de libros infantiles para casa. Los resultados que hemos tenido fueron excelentes: al terminar la intervención, el 43% de las familias leía entre seis y siete días a la semana y 36% de las familias leía entre tres a cinco días semanalmente. Se trata de un impacto en la cotidianidad y de formar un hábito lector a través de estas intervenciones.
En el 2022 volvimos a concursar al Ministerio de Cultura y hemos ganado los incentivos económicos. Actualmente, estamos desarrollando el proyecto con Aldeas infantiles SOS Callao. Creo que estamos marcando un hito porque en el Perú hay muy poca experiencia sobre qué pasa en torno a la mediación lectora en espacios de niños que están en una situación de abandono. Va ser muy interesante ver cómo logramos fortalecer las competencias en los adultos cuidadores para que se generen experiencias de lectura placenteras en un ámbito familiar sin mamá y papá, creado dentro de una institución y conocer los resultados.
Conoce más sobre este proyecto en sus redes sociales:
Facebook: Leer en familia
Instagram: Proyecto Leer en familia
Entrevista a cargo de la Mag. Carmen Sandoval,directora de la carrera de Educación Inicial de la PUCP.